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jueves, 3 de enero de 2008

ATILA EL HUNO


Los hunos eran una tribu nómada que seguía el curso del agua y buscaban los mejores pastos para su ganado. Siempre fue considerado como un pueblo muy guerrero y con gran afán de conquistas.
SITUACIÓN DE ATILA
Hasta finales del siglo IV, los romanos no tenían conocimiento de los hunos. Los romanos solían tachar de bárbaros a todos aquellos que no sabían escribir, pero sus descripciones a cerca de los hunos iban mas allá: decían que eran muy sucios, desprendían un fuerte y desagradable olor, comían carne cruda y "vivían" sobre sus caballos.
En este entonces estaban establecidos en la llanura húngara llamada "Panonia", teniendo como frontera el Danubio y el Rhin, pero con el tiempo acabaría franqueándola.
Los romanos apreciaban que entre Los Hunos no había unidad, que estaban conformados en tribus.
El padre de Atila murió y sus tíos se hicieron cargo de él y de su hermano mayor Bleda, preparándolos para que fueran grandes guerreros. Atila era el predilecto de su tío Rugas.
En esta época, el Imperio Romano estaba dividido en 2, Imperio Romano de Occidente(capital en Roma) e Imperio Romano de Oriente(capital en Constantinopla), que era más poderoso.
Antes del nacimiento de Atila, los hunos alcanzaron el río Danubio en incursiones contra el Imperio romano de Oriente; Los romanos necesitaban rehenes para sus ejércitos y así poder hacer frente a las invasiones que estaban penetrando en el Imperio, sobre todo de Occidente.
Era signo de simpatía y aceptación en esta época intercambiar rehenes entre los romanos y los bárbaros que irrumpían en la zona. En uno de estos intercambios, Atila fue enviado a Roma.
Por aquel entonces, los hunos ya iban adquiriendo fama de buenos guerreros y los romanos mandaron un espía a la tribu de rehenes hunos para aprender sus tácticas. Era Flavio Aecio, que en poco tiempo se hizo gran amigo de Atila. Estaban siempre juntos, hasta que en el 420 Atila volvió a su lugar de origen. En esos años, Atila aprendió el modo de vida romano, pero nunca fue de su agrado. Juró que volvería, pero esta vez para conquistarla.
La progresión de Atila fue muy rápida:
Antes de tener 20 años, ya estaba al mando del ejército huno. Entre los 20 y los 30 años, ya participaba en todas las afrentas. Con 32 años, fue 2 veces a Italia, pero no a conquistarla, fue a socorrer a su amigo Aecio. Gracias al apoyo de Atila, Aecio consiguió hacerse con el título de caudillo. Los enemigos de Aecio se convirtieron en los enemigos de Atila. Sin embargo no es que Atila tratara de tenerlos como aliados. En el 432, ya era la cabeza visible de los hunos, su líder. Los unificó, les dotó de libertad y conformó un ejército muy potente, en torno a ese mismo año habían adquirido tal poder que el tío de Atila, el rey huno Roas, o Rugilas, recibía un gran tributo anual de Roma.
Atila sucedió a su tío, compartiendo el trono al principio con su hermano Bleda, al que asesinó en el 445.
RELACIÓN CON EL IMPERIO ROMANO Y SUS INVASIONES
Los hunos empezaron a ejercer una gran presión en el Imperio Romano.
En el 435 Teodosio, emperador del Imperio Romano de Occidente, firmó un acuerdo con Atila para evitar su enemistad. El rey de los hunos recibía tributos de los 2 Imperios Romanos. La firma de estos acuerdos era una forma de ganar batallas sin violencia y a la vez una deshonra para los romanos.
En el 440, se rompió el acuerdo entre Atila y Teodosio. Los romanos fueron sorprendidos usurpando las tumbas hunas y este hecho fue considerado una pérdida de respeto para Atila. Se libró una cruenta batalla que ganaron los hunos, extendiendo así su influencia y su imperio.
Teodosio era consciente de la superioridad que tenían en este momento los hunos, y quería obtener la paz a toda costa. Por ello, aceptó las altas pretensiones, sobre todo económicas, de Atila.
Entre tanto, Atila participaba en una activa vida social: escuchaba poesía, administraba justicia entre sus ciudadanos...
Se casó con Arika y tuvo 4 hijos. Como hombre supersticioso que era, adoraba al más pequeño de sus vástagos, Emac , el que según las predicciones, levantaría el imperio huno cuando éste decayera.
Atila compaginaba modestia y poder, no quería comparaciones con Dios, y de hecho lo consideraba como una ofensa.
En el 444, murió Bleda, hermano de Atila, por lo que éste se convirtió en el único emperador de los hunos.
Por estos tiempos encontró la " Espada de Dios " fortuitamente en un prado.
En el año 447 Atila avanzó por Iliria y devastó toda la región comprendida entre el mar Negro y el Mediterráneo. Aquellos pueblos conquistados que no fueron destruidos fueron forzados a servir en su ejército. Derrotó al emperador bizantino Teodosio II , y Constantinopla se salvó por la única razón de que el ejército huno, básicamente formado por fuerzas de caballería, carecía de las técnicas de asedio a una gran ciudad. Sin embargo, Teodosio fue obligado a ceder una parte del territorio, al sur del Danubio , y pagar un tributo y un subsidio anual.
Atila, ante la evidencia de su superioridad, comenzó a subir sus pretensiones a los romanos por el simple placer de ver cuanto podía "exprimirlos". Se hizo quisquilloso y exigente.
Honoria , hermana del emperador de Occidente Valentiniano III , escribió una carta a Atila pidiéndole ayuda para librarse de su familia, que la tenía encerrada y la consideraba una deshonra por sus deslices amorosos. Ella a cambio le ofrecía casarse.
Atila habló con Valentiniano III pero éste no quería cederle a su hermana. También pidió que le fueran devueltos sus rehenes, pero tampoco cedieron.
Ante estas negativas, Atila empezó a pensar en guerra...
BATALLA DE LOS CAMPOS CATALAUNICOS (451 d.c.)
Gracias al empuje de los 60.000 jinetes hunos (su mejor tropa) que lo seguía más una multitud de mercenarios asiáticos de diferentes procedencias, comenzó a conquistar ciudades sin oposición seria de ningún gobernante, es más muchos de ellos comenzaron a rendirse sin luchar y los pocos que se resistían eran masacrados cruelmente por la jauría de guerreros que comandaba.
Según cronistas de la época se dice que mas de 300.000 soldados componían aquel gigantesco ejército, la mayoría de los cuales eran pobres gentes de los pueblos conquistados obligadas a luchar del lado del huno so pena de morir de la más horrible forma. El plan de Atila consistía en partir desde Panionia (actual Austria) y entrar al imperio por la Galia (actual Francia), aquella masa de soldados sedienta de sangre y oro arrolló cualquier atisbo de resistencia sobre todo del reino de Borgoña donde muchos guerreros rindieron valientemente la vida en batallas desiguales que han quedado registradas en la famosa Canción de los Nibelungos, a la que tantos compositores clásicos le han hecho arreglos musicales. Dentro de los reinos que se rindieron sin luchar se cuentan los Ostrogodos que ofrecieron casi la totalidad de sus ejércitos para ayudar a Atila a barrer del mapa cualquier cimiento de cultura cristiana, para ese entonces las fuerzas del huno ascendían casi a 600.000 hombres cifra impresionante por número, pero como dijo el gran Julio César "prefiero tener 10.000 hombres bien entrenados a 100.000 que no diferencian entre amigos y enemigos", premisa que se haría muy importante más adelante. Atila embriagado por sus éxitos lanzó un ataque mal organizado sobre París de donde fue heroicamente rechazado, la eterna impaciencia e impulsividad del huno lo convenció de abandonar este objetivo y lanzarse hacia el sur. Entonces es cuando sucede un gran punto de inflexión, los romanos habían realizado para estas épocas una gran leva (reclutamiento) para formar un ejército capaz de defender Italia y por otra parte los godos que ocupaban Hispania (actual España) estaban muy preocupados por la seria posibilidad de ser conquistados (y arrasados) por los hunos; ambas situaciones fueron unidas por el gran general romano Flavio Aecio , que observando las serias posibilidades de que el cristianismo fuera completamente conquistado ideó el siguiente plan: la horda huna debía ser detenida antes de ingresar a Italia o Hispania , y el ejército encargado de realizar esta proeza sería una combinación visigoda-romana que libraría una sola batalla decisiva en un punto estratégicamente escogido. Para poner en marcha este plan se dirigió personalmente a visitar al rey visigodo Teodorico , con el cual no se encontraban en muy cordiales relaciones los romanos, sin embargo el temor a Atila hizo que se aceptará rápidamente el plan y comenzaron los visigodos una gran leva general donde casi todo hombre sano formó un ejército de 250.000 reclutas. Además posteriormente el rey de los alános otra tribu temerosa de los hunos se comprometió a pelear por el lado cristiano, esta inclusión de última hora casi hace salirse a los visigodos de la alianza ya que los alános tenían fama de mercenarios de dudoso honor. Finalmente primó la cordura y se conformó un ejercito conjunto de 400.000 hombres dispuestos a luchar hasta la muerte por evitar que Atila pasará hacia el sur, al rey huno estas noticias le parecieron una señal divina de que llegaba su gran momento y de inmediato partió a enfrentárseles. El astuto Flavio Aecio había ordenado quemar cuanta fresa silvestre pudieran coger los hunos en su camino y además envenenar cada pozo existente en la zona, todo lo anterior hizo que la inmensa masa de confederados hunos llegarán algo faltos de suministros a la batalla (mucho de ellos sin comer en días) que tuvo lugar en Chalons (actual Francia) en una gran extensión de terreno verde conocida como los campos cataláunicos, en aquel campo existía un riachuelo que estaba justo en medio de ambos ejércitos y que pronto cambiaría a color rojo con la sangre de los muchos soldados caídos en batalla.
En los momentos previos a la batalla los hunos tenían mucha confianza en las predicciones de sus chamanes previas al combate, entonces Atila y su círculo inmediato de generales se reunieron en una tienda para escuchar esotéricos comentarios del futuro, luego de lanzar huesos de oveja y leer las formas que representan al caer, se predijo que ese día que Atila tendría la única derrota que contaría sus carrera, pero que en el bando contrario sería muerto su principal líder . Luego de discutir brevemente con su general más cercano Orestes, decidió entablar combate sin importar las consecuencias. Que se hubiera dicho si el orgulloso huno hubiera dado media vuelta con ¡600.000! hombres para salvarse del destino que impasible le esperaba, bueno eso para un hombre como Atila definitivamente no estaba permitido. El rey huno entonces dirigiéndose principalmente a sus guerreros hunos les arengó asegurándoles que aquel soldado que mostrara temor en batalla sería brutalmente castigado y su cuerpo sería devuelto en partes a su familia, esta amenaza fue aclamada por la multitud de 600.000 guerreros que ardían en deseos de combate.
Por el lado romano habían acaloradas discusiones entre visigodos y romanos por la muy probable traición que podrían afrontar por parte de los alános , entonces se optó por una solución salomónica quedarían los alános en el medio de las formaciones romanas y visigodas para asegurarse que cualquier intento de traición no cuente con ventaja estratégica alguna. Luego de zanjada esa discusión Flavio Aecio se dirigió hacia las otrora gloriosas legiones pero que hoy darían la última gran batalla que el mundo pudo presenciar, así les hablo: "Legionarios, ustedes son la última esperanza para un imperio que ha iluminado al mundo por más de 500 años, no dejéis que la barbarie llegue a conquistar nuestra sagrada ciudad , yo les prometo que moriré en este campo antes de verme derrotado, ¡Luchad por la grandiosa Roma de la que sois los últimos soldados valientes!!!. Por otro lado Teodorico alentaba a las tropas pidiéndoles que hagan el último esfuerzo por salvar sus tierras y familias de la devastación.
Las fuerza visigodas-romanas tenían una leve ventaja estratégica lograda por Aecio, habían logrado el control de las zonas altas y podían de ese modo minimizar el impacto de una carga de 100.000 jinetes hunos, además el terreno había sido preparado lo suficiente para evitar que los caballos maniobraran con facilidad. Por supuesto Atila comenzó la carga con 50.000 infantes de los pueblos conquistados que tenían por único objetivo ablandar las posiciones para una carga mayor de caballería. Las fuerzas se habían ordenado de la siguiente manera: a la izquierda los visigodos al mando de Teodorico compuesto casi íntegramente por infantería, en el centro el ejército aláno compuesto en su gran mayoría por arqueros a pie, y en el lado derecho las legiones al mando de Aecio y un regimiento de caballería al mando del heroico Valorus . La carga fue dirigida hacia los romanos que aguantaron firmes en sus posiciones, Aecio mando a reforzar las líneas preocupado por la próxima carga que sería mucho peor. Con lo que quedaba de la primera carga que volvían más el grueso de la caballería ostrogoda Atila ordenó cargar al centro y al flanco izquierdo de los visigodos, como era la mayoría infantes pensó muy fácil atravesar sus líneas con 30.000 jinetes, así mismo colocó a los hunos en posición para una carga frontal contra los romanos. Se pusieron entonces en movimiento 300.000 hombres para un carga total sobre la altura, al empezar el ataque la mayoría de los jinetes se vio obligada a desmontar debido a que mucho caballos se quebraron las piernas por la infinidad de trampas en el terreno, al ver eso Atila dudó un momento pero finalmente decidió lanzar a toda su caballería desmontada, esto es un error táctico porque es obvio que por lo menos un 50% de sus jinetes no eran hábiles peleando contra infantería especializada. La carga de los ostrogodos y aliados sobre los visigodos y alános fue terrible, el rey Teodorico peleaba en primera línea contra las incesante oleadas de soldados, entonces su gran heroísmo le costo caro una misteriosa flecha le atravesó por la espalda (raro porque estaba peleando de frente) y lo mató casi el instante, que la flecha haya sido disparada por sus propios soldados da para muchas especulaciones. En ese momento la defensa había sido virtualmente desecha pero su hijo Thoresmund recogió el cadáver de su padre y dirigiéndose a toda la reserva que aun no había entrado en acción fue coronado rey sucesor apuradamente y dirigió el mismo una carga general con todo lo que tenía.
Por el lado de los romanos Aecio intercambiaba aciertos y errores principalmente por su ignorancia de la situación que acaecía con respecto a sus aliados, no existe pruebas concretas pero muchos aseguraron que Aecio y Thoresmund tenían preparado aquel ardid que acabaría con un nuevo rey coronado en plena batalla. Atila por otra parte creyéndose ganador mando una carga de ayuda lanzada con las reservas que aún conservaba, al ver Aecio venir aquella masa auxiliar creyó perdida la batalla y ordenó una carga de caballería al mando de Valorus, y el mismo tomó a toda la reserva y la dirigió al combate. El combate entonces tuvo esa pequeña variable que puede cambiar el curso de la historia: lo alános se habían crecido en la refriega y habían ganado una altura desde la que disparaban una lluvia de flechas sobre los hunos que trataban de subir a la colina esto hizo que las fuerza romanas y visigodas tomarán más fuerza y masacraran a los que quedaron en medio. Atila al presenciar esto supo que la suerte estaba echada y ordenó una retirada general, un tanto sorprendidas las tropas visigodas-romanas iniciaron una desordenada persecución que se encargó personalmente Aecio de controlar. ¿Las razones? según muchos cronistas el general romano no quiso que a los Visigodos se les inflara el orgullo militar y decidieran tras esta batalla invadir Roma, entonces le "perdonó" la vida a Atila decisión de la que más tarde debió arrepentirse mucho (cuando al cabo de un año Atila invadió Italia ).
Por el lado de los hunos Atila había tomado la decisión de suicidarse en vez de correr el riesgo de ser capturado y además había dispuesto una gigantesca pira para que su cuerpo sea quemado y sus enemigos no hagan escarnio de él. Al final esta situación no llegó a darse porque nadie lo persiguió y el huno pudo perfectamente volver a sus dominios dejando tras sí pérdidas humanas de 120.000 muertos aproximadamente.
Lamentablemente Aecio no tuvo premio alguno por conseguir esa brillante victoria y luego de la muerte de Atila fue apuñalado en una reunión por el propio emperador (se creía que pretendía el trono) con lo cual se cerró para siempre la gran estela de los generales romanos, si es que cabe mencionarlo los amigos de Aecio encabezados por Valorus vengaron su muerte en un desfile apuñalando al emperador en frente de toda la ciudad, no pudiendo sin embargo frenar la ya por entonces acelerada caída del imperio romano.
En la batalla de los campos cataláunicos se calcula murieron 200.000, en su gran mayoría estos fueron godos de ambas clases ya que la mayoría de los hunos integrantes del ejército de Atila sobrevivieron porque disponían de sus rápidos caballos para escapar libres de riesgo.
En el 452 , en venganza, Atila penetró en Italia. Suponiendo la gran represalia que les esperaba a los romanos, desde Galia propusieron al emperador Valentiniano que trasladara la capital( Roma) y la instituyera en Galia, para mayor seguridad.
Pero el emperador se negó y prefirió resignarse.

Tras la conquista huna en el Norte de Italia donde arrasó Aquilea, Milán, Padua y otras ciudades, avanzando hacia Roma, temiendo que la capital fuera tomada en breve, Valentiniano III y Aecio deseaban pactar la paz. Éstos mandaron al Papa León I el Grande a hablar con Atila.
Fue un encuentro muy cordial, en el que Atila aceptó las condiciones y retrocedió, principalmente porque los hunos ya habían conseguido tantas riquezas en sus batallas que ni siquiera podían mover sus carretas ni proporcionar sitio para futuras ganancias.
MUERTE DE ATILA Y FINAL DEL IMPERIO HUNO
Tras el acuerdo con el Papa León I , los hunos volvieron a su lugar de origen, Panonia, y desde allí, Atila planeó con detalle la que sería su próxima conquista: Roma; y su nueva boda con Ilico , una joven y bella germana con la que contrajo matrimonio en el 453.
La mañana siguiente a su noche de bodas, Atila apareció muerto a causa de una hemorragia nasal que lo asfixió.
La muerte de Atila fue un duro golpe para su imperio y motivo de alegría para los romanos.
En día del entierro, los hunos se desgarraron la ropa, construyeron un dique en el río Volga y rodearon al difunto de sus mas preciadas pertenencias, de hierro (símbolo de su fuerza), oro y plata (símbolos de las dotes que recibían de sus conquistas)
A pesar de que los hijos de Atila intentaron hacerse con el poder, el imperio huno se descompuso rápidamente y en el 469 ya era sólo un recuerdo.
Una importante consecuencia de la invasión de Italia por Atila fue que algunos de los pueblos conquistados, especialmente los vénetos , del noreste de Italia, buscaron refugio entre las islas, pantanos y lagos en la cabecera del mar Adriático , y en ese lugar fundaron un Estado que con el paso del tiempo se convirtió en la República de Venecia .
Su figura impresionó extraordinariamente a sus contemporáneos.
Abusaba del terror y de las destrucciones sistemáticas como instrumentos políticos, pero también se valía de su astucia y empleaba pretextos diplomáticos para justificar sus acciones.
Le denominaban " el azote de Dios ", y él mismo pretendía que por donde pisaba su caballo no creciera jamás la hierba.
Sin embargo era un juez juicioso e íntegro para su gente, llevaba una vida sencilla. Era una persona supersticiosa y crédula, pero se supo rodear de escribas griegos, latinos y germanos que lo aconsejaban bien.
Los historiadores mitifican su persona. Su éxito en la batalla hizo que fuera un personaje muy odiado, asociado con el terror , la barbarie ...
Pero también hay teorías muy distintas que hablan de un buen líder, buen político y persona diplomática y justa.
Hay zonas, como Hungría, en la que es considerado como un héroe .

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