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domingo, 19 de octubre de 2008

SIUX NACION PROFECIA DE BUFALO VALIENTE

La verdadera cultura tiene sus raíces en la Tierra las personas sin cultura no existen mucho tiempo porque la Naturaleza es Dios sin una conexión a la Naturaleza las personas flotan crecen negativas se destruyen.
Nosotros los hijos de la Tierra miramos la belleza en todas partes

El Gran Espíritu esta en todas las cosas, esta en el aire que respiramos, y La tierra es nuestra madre, lo que nosotros damos a la tierra, ella nos lo devuelve.
Sobre la Valentía Ni siquiera los peores enemigos del Indio han negado su valentía, aunque en sus mentes se trate de una valentía ignorante, brutal y fantástica. Su propia concepción de bravura la convierte en una virtud altamente moral, pues para él no consiste en fuerza agresiva sino en autocontrol absoluto. Alguien verdaderamente valiente no se rinde ante el miedo, el enojo, el deseo o la agonía; él es amo de sí mismo en todo momento; su valentía se eleva al verdadero heroísmo.

Sobre Vender lo Sagrado Cuando algo es sagrado, no tiene precio. No me importa si se trata de un hombre blanco hablando sobre el cielo, o un indio hablando sobre ceremonias. Si puedes comprarlo, entonces no es sagrado. Y una vez que empiezas a venderlo no importa si tus razones son buenas o no. Estás tomando lo que es sagrado y volviéndolo ordinario. Los indios no podemos perder lo que es sagrado para nosotros. No nos quedan mucho. Lo que tenemos está en nuestros corazones y en nuestras ceremonias. Ya no tenemos tierra. La vendieron indios falsos convertidos en jefes por la gente blanca. Nuestros objetos sagrados ya no existen. Están coleccionados por antropólogos que los ponen en museos. Y ahora hay indios que están vendiendo nuestras ceremonias para hacer dinero. Cuando se terminen, lo único que nos quedará será el corazón. Y sin nuestras ceremonias, nuestros corazones no hablarán. Seremos como el hombre blanco que teme pronunciar la palabra "Dios" en alto, y va por ahí tratando de comprar las ceremonias sagradas de otros. Tendremos la misma hambre en nuestro corazón, y el mismo silencio en nuestros labios.

La Tradición de los indígenas de América del Norte o, más precisamente, de los de las llanuras y de los bosques cuyo dominio se extiende desde las Montañas Rocosas —e incluso más lejos —hasta Océano Atlántico, posee un símbolo y un "medio de gracia" de primera importancia: El Calumet , el cual representa una síntesis de doctrinal a la vez concisa y compleja, y también un instrumento ritual en el que se apoya toda la vida espiritual y social; describir el simbolismo de la Pipa sagrada y de su rito equivale, pues en cierto sentido, a exponer toda la sabiduría de los indígenas. Verdad es que tradición indígena comprende forzosamente variaciones bastante considerables debidas a la dispersión secular de las tribus , y que refieren, por ejemplo, al mito del origen del Calumet o al Simbolismo de los colores; por esto, no retendremos aquí más que aspectos fundamentales de la sabiduría indígena, los cuales permanecen siempre idénticos bajo la variedad de sus expresiones. No obstante, utilizaremos preferentemente los símbolos empleados por los sioux, nación a la que pertenecía Hehaka Sapa (Alce Negro) , venerable autor de este libro.
CANCIONES SAGRADAS

The First Sounds: Sacred SongsLa música una forma de comunicarse con el Creador, "Toda mi vida canto, y canto como respiro" El cantar poético es puente o tránsito hacia la divinidad
Wakan tanka Wakan tanka Pilamaya Wichoni He
La curación por sonido ayuda a deshacer los bloqueos causados por irregularidades, en todos los meridianos del cuerpoAsí, pues, una sabia combinación de las letras cuyos sonidos determinan efectos espirituales, anímicos y también físicosTodos estos sonidos y vibraciones componen una armonía universal, en la que cada elemento, sin perder su propia función y carácter, contribuye con la TOTALIDAD Todo es vibración, todo es frecuencia. El sonido puede cambiar la estructura molecular y puede crear forma.
"El sonido es el lenguaje del espíritu"Según la metafísica todo está hecho de sonido, y cada cosa contiene una representación simbólica de las pautas de energía que la componen; eso es el sonido "semilla" o raíz
Abre tu espíritu musical, atrae la música a tu vida, crea armonía permite que tu alma cante
En cuanto al conocimiento del "Gran Espíritu", que solo el hombre, entre todas las criaturas terrestres, puede alcanzar, Hehaka Sapa lo definió un día en estos términos: «Soy ciego y no veo las cosas de este mundo; pero cuando la luz viene de Arriba ilumina mi corazón y puedo ver, pues el Ojo de mi corazón (Chante Ishta) lo ve todo. El corazón es el santuario en cuyo centro se halla un pequeño espacio en el que habita el Gran Espíritu, y este es el Ojo (Ishta). Este es el Ojo del Gran Espíritu mediante el cual Él ve todas las cosas, y mediante el cual le vemos. Cuando el corazón no es puro, el Gran Espíritu no puede ser visto, y si hubierais de morir en esta ignorancia, vuestra alma no podrá regresar inmediatamente a Su lado, sino que deberá purificarse mediante peregrinaciones a través del mundo. Para conocer el Centro del corazón en el que reside el Gran Espíritu, debéis ser puros y buenos, y vivir según la manera que el Gran Espíritu nos ha enseñado. El hombre que, de este modo, es puro, contiene al Universo en la bolsa de su corazón (Chante Ognaka).»

«Lleno la Pipa sagrada con la corteza del sauce rojo; pero antes de que la fumemos, debéis ver cómo está hecha y qué significa. Estas cuatro cintas que cuelgan del cañón son las cuatro Regiones del Universo: la negra representa el Oeste, en el que viven las criaturas del Trueno para enojarnos la lluvia; la blanca representa el Norte, de donde viene el gran Viento Blanco que purifica; la roja representa el Este, de donde brota la luz y donde mora el Lucero del alba a fin de dar la ciencia a los hombres; la amarilla representa el Sur, de donde viene el verano y el poder de crecer. Pero estos cuatro espíritus no son en suma más que Un Espíritu, y esta pluma de águila simboliza el Uno, que es como un padre; pero representa, también, los pensamientos de los hombres, que deben elevarse hacia las alturas como hacen las águilas. ¿No es el Cielo un padre, y la Tierra una madre, y todos los seres vivientes sus hijos, ya tengan pies, alas o raíces? Y este cuero de la boquilla, que ha de ser de piel de bisonte, indica la Tierra, de la cual venimos y de cuyo seno nos nutrimos toda la vida, semejantes a recién nacidos, con todos los animales, pájaros, árboles y hierbas. Y porque significa todo esto, y más de lo que ningún hombre puede comprender, la Pipa es sagrada.»

Cuando el indígena lleva a cabo el rito del Calumet, saluda al cielo, a la tierra, y a los cuatro puntos cardinales, ya sea "ofreciéndoles" la Pipa, cuyo cañón presenta, como lo quiere, por ejemplo, el ritual de los sioux, ya dirigiendo el humo hacia las direcciones indicadas y a veces también el "fuego central" el agni védico que arde ante el oficiante; el orden de estos gestos puede variar, pero su plan estático es siempre el mismo, ya que constituye el esquema doctrinal, dogmático si se quiere, que será actualizado por el rito.
Conforme a algunos usos rituales, comenzaremos nuestra enumeración con el Oeste: este "Viento del Oeste" trae el trueno y la lluvia, es decir, la Revelación y también la Gracia; el "Viento del Norte" purifica y da la fuerza; del "Este" viene la Luz, y, por tanto, el Conocimiento, los cuales, según la perspectiva indígena, están en relación con la Paz; el "Sur" es la fuente de la Vida y del Crecimiento; allí es donde empieza el "buen Camino rojo", la Vía de la dicha y la felicidad. Así es como el Universo depende de cuatro determinaciones primordiales, a saber: el "Agua", el ""Frío", la ""Luz", el ""Calor"; la primera, el "Agua", no es otra cosa que el aspecto positivo de la oscuridad, que normalmente debería oponerse a la Luz como el frío se opone al calor; el aspecto positivo de la oscuridad es, en efecto, su cualidad de "sombra" que protege contra la fuerza desecante del sol y que produce o favorece la humedad; es necesario que el cielo se oscurezca antes de poder dar la lluvia, y que Dios manifieste la Cólera —el trueno— antes de conceder la Gracia, cuyo símbolo natural es la lluvia. En cuanto al "frío" —"el aliento santificante y purificador que da la fuerza"—, su aspecto positivo es la pureza, de modo que podría oponerse la "Pureza" del Norte al "Calor" del Sur, como se opone la "Lluvia" del Oeste a la "Luz" del Este; la relación entre el "Frío" y la "Pureza" es evidente: las cosas inanimadas y, por tanto "frías, es decir, los minerales, no están sujetas a la corrupción como los seres animados y, por tanto, "calientes". La "Luz" del Este, ya lo hemos dicho, es el "Conocimiento"; el "Calor" es la "Vida" y, por consiguiente, el ""Amor" también la "Bondad", la "Belleza", la "Felicidad".

Antes de ir más lejos, debemos responder a una objeción que podría surgir del hecho de que los "Cuatro Vientos", en la doctrina de los Sioux, parecen corresponder a una función bastante secundaria de la Divinidad, que se divide en cuatro aspectos subdivididos cuatro veces; ahora bien, aparte de que no es el simbolismo mitológico de los sioux lo que nos proponemos estudiar aquí en primer lugar, sino la metafísica de la Cuaternidad que se transparenta en todas las variantes de la tradición indígena , la doctrina sioux reconoce a los cuatro Principios, mediante una notable derogación de la jerarquía mitológica ordinaria, una preeminencia sobre las demás Divinidades, y esto indica claramente que, en el rito del Calumet, o más bien en la perspectiva con él vinculada, los puntos cardinales representan las cuatro Manifestaciones divinas esenciales y, por consiguiente, también sus Prototipos en el Ser . Es necesario, por lo demás, no olvidar nunca que para otros indígenas, el simbolismo toma formas muy diferentes de las que poseen los Sioux: así, para no citar más que este ejemplo, en los Arapaho, los cuatro principios están simbolizados por cuatro "Ancianos" que, emanados del "Sol", velan por los habitantes del mundo terrestre, y a quienes atribuyen simbólicamente el día (sureste), el verano (Suroeste), la noche (Noroeste) y el invierno (Nordeste); por último, conviene hacer notar que la Cuaternidad es a menudo considerada como si constituyera en el fondo una "Duodecimidad", y cada uno de sus elementos es concebido según tres aspectos, haciendo abstracción del eje vertical Cielo-Tierra que añade a la Cuaternidad dos elementos nuevos aunque de otro orden.

Dicho esto, volvamos a la consideración de los cuatro Principios en sí mismos: se podría también, siempre partiendo del "Oeste" hacia el "Norte", designar a los cuatro "Lugares Cósmicos" respectivamente con los términos siguientes: "Humedad", "Frío", "Sequedad", "Calor"; el aspecto negativo correlativo de la humedad es la oscuridad, y el aspecto positivo correlativo de la sequedad es la luz. El "Ave del Trueno" (Wakinyan-Tanka), que habita en el Oeste y que protege a la tierra y a la vegetación contra la sequedad y la muerte, es descrito como lanzando relámpagos por los ojos y produciendo el trueno con las alas la analogía con la Revelación del Sinaí, acompañada de "truenos", de "relámpagos" y de una "nube espesa", es tanto más impresionante cuanto que el acontecimiento bíblico tuvo lugar en un peñasco, y que la mitología indígena establece precisamente un vínculo entre el "Ave del Trueno" y el "Peñasco", tal como veremos a continuación. En cuanto a la asimilación simbólica de la Revelación al Oeste, puede parecer insólita y paradójica, pero no hay que perder nunca de vista que los puntos cardinales tienen aquí forzosamente un significado positivo: el Oeste no será, pues, lo contrario del Este, a saber, la "Oscuridad" y la "Ignorancia", sino su complemento positivo, por tanto la "Lluvia" y la "Gracia". Uno podría sorprenderse, por otra parte, del hecho de que la tradición indígena establezca un vínculo simbólico entre el "Viento del Oeste", portador del trueno y de la lluvia, y el "Peñasco" personificación "angélica" o "semidivina" de un aspecto cósmico de Wakan-Tanka: esta aproximación es, no obstante, plausible, pues el peñasco reúne en sí los mismos aspectos complementarios que la tormenta: el aspecto terrible por su dureza destructiva es, para los indígenas, símbolo de destrucción, de donde las armas de piedra, con las cuales deben' naturalmente relacionarse las "piedras del rayo" y el aspecto de Gracia por el hecho de que da nacimiento a fuentes que, como la lluvia, riegan el país

Los cuatro "Vientos" son como las "Potencias productoras" (en el sentido del término sánscrito Shakti) de las "Regiones del Mundo", y se conciben como dando la vuelta al horizonte y determinando la vida terrestre mediante sus influencias combinadas. El viento es como el "hálito" del mundo terrestre en el que vivimos; representa así la "respiración" cósmica. El "hálito" es en cierto sentido el vehículo del "alma" o del "espíritu"; de ahí la conexión etimológica de estas palabras en muchas lenguas; pero es también el vehículo activo de la vida, pues él es quien alimenta y purifica la sangre, soporte pasivo e inferior del elemento vital. El "hálito" es, pues, al mismo tiempo, el "alma" de la "vida", y está hecho así a imagen del Verbo divino cuyo Hálito creador ha hecho al hombre.

Los puntos cardinales están asociados simbólicamente, ya lo hemos dicho, a cuatro Divinidades, designadas de diversas maneras y que personifican otros tantos aspectos complementarios del Espíritu universal; éste los une en sí mismo, como los colores se unen en la luz; y él "es" Wakan-Tanta en el sentido de que se identifica a Dios en virtud de la unicidad de Esencia, como la luz se identifica esencialmente al Sol. Según la cosmología de los sioux, estas cuatro Divinidades —o "semi-Divinídades"— se subdividen a su vez cada una en cuatro entidades jerarquizadas, que llevan los nombres más diversos, tales como "Sol", "Luna", "Bisonte", "Alma", y que indican otras tantas ramificaciones o reflejos del Espíritu en el cosmos; estas ramificaciones no son otra cosa que los ángeles secundarios cuyas innumerables modalidades penetran hasta los confines de lo creado.

Los Sioux establecen una relación analógica entre los "Cuatro Vientos" y los cuatro períodos cíclicos, simbolizados por las cuatro plumas de águila que adornan el "círculo sagrado" utilizado en la "Danza del Sol" y en otras ocasiones; el primer período es el de la "Piedra"; el segundo, el del "Arco"; el tercero, el del "Fuego", y el cuarto, el de la "Pipa", representado cada uno de estos símbolos el medio espiritual del período respectivo. Así mismo, hay cuatro edades a través de las cuales toda cosa creada debe pasar: la primera es el Sur, que es amarillo y es la fuente de toda vida, y esta es la primera edad en un ciclo histórico; la segunda es el Oeste, que es negro; la tercera es el Norte, que es blanco; y la cuarta, el Este, que es rojo: la humanidad terrestre se halla actualmente en la cuarta edad, que se terminará con un gran desastre . Esta repartición, que atribuye la "Edad de oro" al Sur y la "Edad de hierro" al Este, mientras que las demás doctrinas tradicionales atribuyen la primera al Norte y la segunda al Oeste, puede sorprender a primera vista, pero hay que tener en cuenta aquí dos cosas: primeramente, en lo que concierne a la "Edad de oro" —el KritaYuga hindú—, si bien es exacto atribuirlo al Norte en razón de la situación polar del Paraíso terrestre, no es menos cierto que, de hecho, el polo actual está cubierto de hielo y que, desde el punto de vista "cualitativo", es el Sur el que corresponde efectivamente al Paraíso y, por tanto, a la "Edad de oro", de modo que el simbolismo en cuestión puede fundarse en el calor y la fertilidad del Sur así como en la situación hiperbórea del Jardín primordial; en segundo lugar, en lo que concierne a la "Edad de hierro" —el Kali-Yuga—, si bien es evidentemente justo atribuirlo, según la perspectiva geográfica del "Viejo Mundo", al Oeste, ya que es allí donde el sol se pone y donde ha tenido nacimiento el materialismo moderno que extiende sus tinieblas a la humanidad entera, no es menos cierto que, para los pieles rojas, este materialismo destructor de la Naturaleza viene del Este; es allí donde se sitúa lo que, para los orientales, es el "oscuro Occidente" y es de allí de donde han venido estos "espíritus" (washichun) de rostros pálidos que han exterminado a la raza roja [N]; pero esto no impide en modo alguno el que el Salvador universal, el Mesías esperado por todos los pueblos para el fin de la "Edad de hierro", venga igualmente del Este, de modo que el simbolismo solar de esta dirección permanece intacto en la teoría sioux de los cuatro períodos cíclicos.

En el mismo orden de ideas, la cosmología de los cheyennes insiste en la posición ártica de la sede de la Tradición primordial: sitúa el Paraíso terrestre en el extremo Norte, en una isla surgida de las aguas primordiales, en la que reinaba una primavera perpetua y en la que los hombres y los animales hablaban la misma lengua; este relato describe a continuación las tribulaciones, en particular dos diluvios, después de las cuales la raza roja — o más bien sus antepasados primordiales— se estableció definitivamente en el Sur, convertido a su vez en una región fértil. No queremos olvidarnos de mencionar aquí que el Calumet comprende, junto a su simbolismo cuaternario, otro, ternario éste, que se refiere a los tres mundos, a los cuales corresponden respectivamente el cielo, los puntos cardinales y la tierra. Estos tres mundos, por lo demás, se encuentran también indicados, entre los indígenas Cuervos (Crow, Absaroka), en la forma de tres anillos pintados en el mástil central de la Danza del Sol, mástil que significa el árbol de Vida o el Eje del Mundo, conforme al simbolismo hiperbóreo; son entonces interpretados como formando un ternario (en sentido ascendente "cuerpo, alma, espíritu", o "grosero, sutil, puro")

Las funciones esenciales de la Existencia y sus dos fundamentos "paterno" y "materno" o "divino" y "existencial" deben ser recordados y actualizados siempre de nuevo por el Calumet a fin de que el hombre no pierda nunca el contacto con el Todo, del cual es como una partícula; el rito del Calumet equivale a una plegaria y a una consagración, pues «como ninguna cosa buena puede ser hecha por el hombre solo, quiero primero hacer una ofrenda y enviar una voz hacia el Espíritu del Mundo para que me ayude a ser verídico» (Alce Negro). El Calumet es, pues, pontifex: es el instrumento "eucarístico" que une al hombre, perseguido como está por las mordeduras de lo "finito" al Infinito, y esto explica la veneración y el amor que los indígenas le manifiestan.

Esto nos lleva a considerar otro aspecto de este rito en el que aparece la analogía entre el humo del tabaco sagrado (kinni-kinnik) y el incienso: en la mayoría de las tradiciones, el incienso es en cierto modo la "respuesta humana" a la Presencia divina; el humo indica, por consiguiente, la "presencia espiritual" del hombre frente a la Presencia sobrenatural de Dios, como lo enuncia este encantamiento Iroqués: «¡Salud! ¡Salud! ¡Salud! Tu que has creado todas las cosas, escucha nuestra voz. Obedecemos ahora a tus Mandamientos. Lo que Tú has creado vuelve hacia Ti [, el humo del tabaco (sagrados) se eleva hacia Ti, por lo cual se ve que nuestra palabra es verídica» .

En el rito del Calumet el hombre representa el estado de "individuación"; el espacio con sus seis direcciones representa lo Universal en el que lo individual debe, transmutándose, reabsorberse; el humo que se pierde en el espacio y que se identifica con él, indica esta transmutación de lo "endurecido", "opaco" o "formal", en "disuelto", "transparente" o "informal"; indica, al mismo tiempo, la irrealidad del "yo", y por tanto la del mundo, que, espiritualmente, se identifica con el microcosmos humano. Pero esta reabsorción del humo en el espacio —que "es Dios"— transcribe igualmente el misterio de la "identidad" en virtud de la cual, para hablar en términos sufíes, «el sabio no ha sido creado»: el hombre no es sino ilusoriamente un "peso" sustraído del espacio y aislado en él; en realidad él "es" este espacio, y "debe convertirse en lo que es", como dicen las Escrituras hindúes El hombre, al absorber con el humo sagrado el "perfume de la Gracia", y al exhalarse con él hacia lo ilimitado, se expande sobrenaturalmente en el "Espacio divino", si así puede decirse; pero Dios es también representado por el fuego que consume al tabaco: este ultimo es el hombre o, desde el punto de vista microcósmico, el Universo; el espacio se "encarna" aquí en el fuego del Calumet como los puntos cardinales se unen, según otro simbolismo, en el fuego central.

Según Hehaka Sapa, «todo lo que hace un indígena, lo hace en un círculo, y es así porque el Poder del Universo actúa siempre mediante círculos, y todas las cosas tienden a ser redondas. En los días de antaño, cuando éramos un pueblo fuerte y feliz, recibíamos todo nuestro poder del círculo sagrado de la nación, y mientras el círculo permanecía entero, el pueblo florecía. El árbol florido era el centro vivo del círculo, y el círculo de las cuatro direcciones lo nutría. El Este daba la paz y la luz, el Sur el calor, el Oeste la lluvia, y el Norte, con su viento frío y potente, daba la fuerza y la resistencia. Este conocimiento nos vino del mundo exterior (el Mundo trascendente, el Universo), con nuestra religión. Todo lo que hace el Poder del Universo lo hace en forma de círculo. El cielo es circular, y he oído decir que la tierra es redonda como una bola, y también las estrellas son redondas. El viento, en su fuerza máxima, se arremolina. Los pájaros hacen sus nidos en forma de círculos, pues tienen la misma religión que nosotros... Nuestras tiendas (tipis) eran circulares como los nidos de los pájaros y estaban siempre dispuestas en círculo: el centro de la nación, un nido hecho de muchos nidos, en el que el Gran Espíritu quería que cobijáramos a nuestros hijos." (Black Elk Speaks.)

Todas las formas estáticas de la existencia se hallan, pues, determinadas por un arquetipo "concéntrico", material o mental, centrado en su ego cualitativo, "totémico", casi impersonal, el indígena tiende a la independencia, y por ahí a la indiferencia, respecto al mundo externo; se rodea de silencio como si éste fuera un círculo mágico, y este silencio es sagrado porque transmite las influencias celestes. El indígena extrae su fuerza espiritual de este silencio, cuyo soporte natural es la soledad; su oración ordinaria es muda: lo que ésta exige no es un pensamiento, sino una "conciencia del Espíritu", y esta "conciencia" es inmediata e informal como la bóveda celeste.

Si el Gran Espíritu actúa siempre "mediante círculos", desde otro punto de vista también actúa siempre "mediante cuaternidades", como lo indican las direcciones espaciales y los ciclos temporales, y entonces el círculo se convierte en esvástica; por esto el indígena, cuya vida se desarrolla en cierto modo entre el punto central y el espacio ilimitado, realiza las cosas estáticas según el principio circular o unitivo, y las cosas dinámicas —las acciones— según el principio cuaternario [, es decir, en conformidad con las cuatro virtudes cardinales que son para él el valor, la paciencia, la generosidad y la fidelidad: Esta estructura profunda de la vida indígena significa que el hombre rojo no se propone "fijarse" en esta tierra en la que todo, según la ley de estabilización y también de condensación, y aun de "petrificación", amenaza con "cristalizarse"; y esto explica la aversión del indígena hacia las casas, sobre todo las de piedra, y también la ausencia de una escritura que, según esta perspectiva, "fijaría" y "mataría" el flujo sagrado del espíritu. La civilización europea, por el contrario, tanto en sus formas dinámicas como en sus formas estáticas, es profundamente sedentaria y urbana: está, pues, anclada en el espacio y se extiende cuantitativamente por él, mientras que la civilización indígena tiene su eje en cierto modo fuera del espacio, en el centro principal, no localizado; su expansividad será por consiguiente "cualitativa", en el sentido de que no es sino movimiento puro, símbolo de lo ilimitado, y no delimitación cuantitativa, "mercantil", de la extensión espacial. Por lo demás, importa precisar aquí que el Cristianismo, como otras religiones del "Viejo Mundo", fija lo Celestial en el plano terrestre y construye santuarios con la materia más estática, la piedra; la tradición de los pieles rojas, por su parte, integra lo terrestre —lo "espacial" si se quiere — en lo Celestial omnipresente, y también por esto la tierra debe permanecer intacta, virgen, sagrada, tal como ha salido de las Manos divinas— pues sólo las cosas puras reflejan lo Eterno El indígena no es "panteísta", pero sabe que el mundo está misteriosamente sumergido en Dios.

Lo que acabamos de decir permitirá comprender por qué la naturaleza —paisaje, cielo, astros, elementos, animales salvajes —es un soporte necesario de la tradición de los pieles rojas al mismo nivel que los templos para las demás religiones; todas las limitaciones impuestas a la naturaleza por obras artificiales, pesadas, inamovibles —e impuestas al hombre por su esclavitud respecto a ellas— son, pues, sacrílegas, incluso "idólatras", y llevan en sí mismas los gérmenes de la muerte Resulta de este modo de ver que el destino de los pieles rojas es trágico en el sentido propio del término: es trágica una situación sin salida que resulta, no de una causa fortuita, sino del choque fatal de dos principios . El aplastamiento de la raza indígena es trágico porque el hombre rojo no podía sino vencer o morir ; ha sucumbido porque representaba un espíritu incompatible con el mercantilismo de los "rostros pálidos". Podría definirse este drama inmenso como la lucha, no sólo entre una civilización mercantil y materialista y otra caballeresca y espiritualista, sino también entre la civilización urbana —en el sentido estrictamente humano y peyorativo de este término, que implica una idea de "artificio" y de "servilismo"— y el reino de la Naturaleza, considerado como la vestidura majestuosa, pura, ilimitada, del espíritu divino . Ahora bien, la Naturaleza, de la que el indígena se siente como la encarnación y que es al mismo tiempo su santuario, acabará por vencer a este mundo artificial y sacrílego, pues ella es la Vestidura, el Hábito, la Mano misma del Gran Espíritu.

Conjuro Sioux
Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux, que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Azul, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu....- Nos amamos...- empezó el joven- Y nos vamos a casar....- dijo ella.- Y nos queremos tanto que tenemos miedo...queremos un hechizo, un conjuro, o un talismán... algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos...que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar la muerte.- Por favor...-repitieron – hay algo que podamos hacer?El viejo los miró y se emocionó al verlos tan jóvenes... tan enamorados...y tan anhelantes esperando su palabra...- Hay algo....-dijo el viejo- pero no sé...es una tarea muy difícil y sacrificada...- Nube Azul... -dijo el brujo- ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos... deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte... si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de luna llena...¿Comprendiste?- Y tú, Toro Bravo...-siguió el brujo- deberás escalar la montaña del trueno...cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas, y solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva...el mismo día en que vendrá Nube Azul... Salgan ahora!Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron a cumplir la misión encomendada... ella hacia el norte y él hacia el sur...El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con las bolsas que contenían las aves solicitadas.El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas...eran verdaderamente hermosos ejemplares...- Y ahora qué haremos...-preguntó el joven- ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?- No – dijo el viejo.- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne?- propuso la joven.- No - repitió el viejo.- Harán lo que les digo: tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con esta tiras de cuero... cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres...El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros...el águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse por el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse....Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto... son ustedes como un águila y un halcón... si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose... sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse el uno al otro...Si quieren que el amor entre ustedes perdure...“Vuelen juntos...pero jamás atados”."
Toro sentadoEl Gran Espíritu nos dio esta tierra y aquí estamos en casa. No quiero que roben a mi pueblo...quiero que todos sepan que estoy en contra de cualquier venta de nuestra tierra".
Luther "Oso Parado" Oglala Sioux
El Indio Americano es de la tierra, sea la región del bosque, planicies, pueblos o mesetas. Se acomoda al paisaje porque la mano que le dio forma al continente, también dio forma al Indio. En el pasado el creció como los girasoles silvestres, el pertenece al igual que el búfalo.
El acercamiento indio a la vida vino de una gran libertad, un respecto intenso y absorbente por vida, enriquecer la fe en una energía suprema, y principios de la verdad, honradez, generosidad, equidad, y fraternidad como guía a las relaciones mundanas.

ORACIÓN DE LOS INDIOS SIOUX
Gran Espíritu,cuya voz barrunto en los vientos,cuyo aliento da vida al mundo entero,¡escúchame!Me presento ante tu rostro como uno de tus muchos hijos;mira, soy pequeño y débil;necesito tu fuerza y tu sabiduría...Hazme sabio para poder reconocer las cosasque tú has enseñado a mi pueblo,las enseñanzas que tú en cada hoja y en cada roca has escondido.Deseo tu fuerza, no para elevarme sobre mis hermanos,sino para poder luchar contra mi mayor enemigo: yo mismo.
“Mi pueblo”, no es una raza, ni una nación (¿qué es eso?), ni una ideología, ni unas costumbres. Es una forma de vivir. La forma de vivir humana íntegra y fundida con la naturaleza. La que respeta, por tanto, todas sus manifestaciones y diferencias como sagradas. Esa que es compatible con cualquier ley, técnica y tiempo que suponga el derecho de existir y vivir libremente. Esa forma de vivir que poco a poco va despertando a nivel mundial, aún en medio de las oscuridades y atrocidades de esta última edad del ciclo en que vivimos. Desde aquí nuestro apoyo a la marcha hacia la capital mejicana de los indígenas. Desde aquí nos unimos a la invocación de Alce Negro. Ojalá llegue pronto la próxima edad del nuevo ciclo. La edad de oro. (Luna Llameante)
El culto al Gran Misterio era solitario, silencioso, libre de todo egoísmo. El primer "hambeday" o retiro religioso, marcaba una época en la vida del joven. En la hora solemne de la salida o puesta del sol, ocupaba su puesto, y allí permanecía, desnudo, de pie, silencioso e inmóvil, expuesto a los elementos y fuerzas de su interior durante una noche y un día, o dos noches y dos días. Cuando regresaba al campamento tenía que permanecer a cierta distancia hasta que había tomado el baño de vapor y se había preparado para la relación con sus semejantes; de la visión o signo que el Gran Misterio le había concedido .
El sol y la tierra, que son los principios masculino y femenino, son los elementos principales. El sol penetró en el seno de la Tierra y esta concibió y produjo la vida vegetal y animal. Misteriosamente apareció Ish-ná-cha-ge, el "primogénito", que creó un compañero, ("el hombre muchachito") inocente, confiado e indefenso. Su hermano mayor fue su maestro, y las reglas que estableció y los consejos que le dio son el origen de muchas de las creencias más arraigadas y costumbres más sagradas de los Sioux.
La Gran Danza de la Medicina se celebraba para iniciar a los candidatos que habían terminado su período de prueba, de los que se seleccionaban un número suficiente para cubrir a los que habían muerto desde la última reunión. El hombre medicina poseía un gran magnetismo y una gran autoridad personal. En todas las ceremonias guerreras y en medicina se utilizaba una pipa especial. El celebrante la enciende gravemente y fuma una o dos veces, luego en pie, la sostiene en silencio hacia el Sol, el padre, y hacia la Tierra, la madre.

La Pipa Sagrada
Chanunpa Wakan (La Pipa Sagrada
La ceremonia de la pipa es un ritual sagrado para conectar los mundos físico y espiritual. "La pipa es un eslabón entre la tierra y el cielo," explica Ciervo Blanco de Otoño. "Nada es más sagrado. La pipa es nuestras oraciones en forma física. El humo se convierte en nuestras palabras; surge, toca todo y se convierte en una parte de todo lo que es. El fuego en la pipa es el mismo fuego del sol, que es la fuente de la vida." La razón para usar el tabaco para conectar los mundos es que las raíces de la planta penetran profundamente en la tierra y su humo sube alto hacia los cielos
"Todas nuestras ceremonias Sioux invocan a las cuatro direcciones, a la tierra y al cielo, y finalmente al Gran Espíritu. Nosotros vemos a nuestro Creador a través de la naturaleza, y tratamos de emular lo que el Creador ha hecho. Esto ha funcionado bien, como puedes ver en los antecedentes de los nativos americanos. Los Indios de antaño eran personas honradas, éticas, y tenían antecedentes ambientales sin mancha. Cuando los Peregrinos llegaron, los Indios los mantuvieron vivos, y alojaban a los esclavos negros. Ellos eran sumamente humanísticos. Ésa es una de las razones principales por las que yo creo de la manera natural."

Eagle Man empieza una ceremonia invocando al poder del Oeste, mientras piensa en las lluvias dadoras de vida y en el mundo siempre presente de los espíritus. Luego, él invoca al poder del Norte, la fuente de resistencia, fuerza, veracidad y honestidad, que son cualidades necesarias para recorrer el camino del bien en la vida. Luego invoca al poder del Este. El Este es donde el sol nace, y el sol nos trae sabiduría, la esencia de la espiritualidad. Sin sabiduría, nos volvemos ignorantes y causamos daño a nosotros y a otros. La cuarta energía es el poder del Sur, que nos trae abundancia, medicina y crecimiento.

El siguiente en ser reconocido es el Espíritu de la Tierra. Se toca la tierra con la pipa se dice: "Madre Tierra, yo busco protegerte." Puesto que la Madre Tierra depende de la energía dadora de vida del sol, la pipa se eleva entonces hacia el cielo. Por último, la pipa se sostiene directamente hacia el Gran Espíritu, el Gran Misterio, la fuente inexplicable de toda la vida. Entonces se dicen estas palabras: "Oh Gran Espíritu, yo te agradezco por los seis Poderes del universo

OSO
El Oso es siempre un buen signo, de valor y de poderes especiales. Representa sabiduría, intuición, y poderes curativos. Si los indios veían un oso por el bosque o por un río creían que esa zona era sagrada y habitada de espíritus buenos.

BUFALO / BISONTE
Un buen signo, aparte de ser la dieta básica de muchas tribus, era considerado como un dios con fuertes poderes y mensajero de fuerza y supervivencia de las tribus de las llanuras. Es una de las esencias de la cultura india y una de las bases de su espiritualidad. Entre las tribus Sioux existe la leyenda del Búfalo Blanco que les dio a los indios la pipa sagrada.

LOBO
El lobo esta considerado un magnifico signo, protector, buen cazador, sabio, independiente con valor pero algo misterioso. Los europeos que llegaron a América lo consideraban todo lo contrario y fue casi exterminado. Todo lo contrario dentro de la mitología india. Muchas tribus formaban clanes y bandas con el nombre de lobo.
Indios sioux para siempre
Cuando la sensibilidad es fuerza, la integridad es poder, la magia es sabiduría, y el rito comunicación cotidiana con la naturaleza. Esto, y mucho más, se desprende de las palabras de un viejo guerrero-chamán llamado Alce Negro recogidas en dos libros de pavor y maravilla: “Los últimos sioux” (editorial Noguer) y “La pipa sagrada” (editorial Taurus). El primero de ellos relata su vida personal unida a toda la historia de su tribu. El segundo habla de los ritos sioux, mantenidos en secreto hasta mediados del siglo XX, cuando Alce Negro sabiendo que iba a morir decidió darlos a conocer por ser el último depositario de esos conocimientos, y por exigirlo los tiempos: La última edad de las cuatro que conforman cada ciclo. En esta edad, la más dura y caótica, todo debe salir a la “Pues la verdad se defiende por su propia naturaleza contra la profanación, y es posible que llegue a aquellos que están calificados para penetrarla profundamente y son capaces,gracias a ella, de consolidar el puente que debe construirse para salir de esta edad oscura”.
La grandeza es igual a humildad y es igual a integridad: “Es wakan (sagrado) aquello que es conforme a su propia esencia. Por eso la cobardía –abandono del propio ser- es el único pecado. Por esto una montaña, un animal, un árbol son sagrados, y hay tan pocos humanos wakan”. El alma de un humano está en su cabello y las almas pueden perderse y recuperase. Este es uno de los 7 ritos: el rito de La Custodia del Alma. “El poder de una cosa, o de un acto reside en la comprensión de su sentido”. Los símbolos no son la representación de algo, sino su invocación viva. El águila, o el león no son una imagen del sol, son el sol bajo una de sus apariencias. El sol no es una imagen del espíritu de la vida, es la vida bajo una de sus formas. Lo importante es la naturaleza esencial de algo, no la forma con la que se manifiesta. “Todo lo que hace un indio lo hace en un círculo, y es así porque el poder del universo actúa siempre mediante círculos y todas las cosas tienden a ser redondas”.
Todo está vivo y toda la naturaleza habla. “La estructura profunda de la vida india significa que no se propone ‘fijarse’ en esta tierra... Y esto explica la aversión india hacia las casas... Se integra lo terrestre en lo celeste omnipresente, y por esto la tierra debe permanecer intacta, sagrada”. Cuando el indio se hallaba confuso y atormentado realizaba el rito de “Imploración de una visión”. Se retiraba a una montaña sagrada y allí permanecía atento a cada cosa que sucedía, a cada sensación y pensamiento, pues desde el momento en que la disposición es la búsqueda de una respuesta, cada cosa es una señal. Y sólo entonces. “La comprensión debe venir del corazón, no sólo de la cabeza”. “Todo humano puede implorar una visión. Lo que así se obtiene depende en parte del carácter del que implora”.
Alce Negro pertenecía al grupo ogalala de los dakotas teton, una de las ramas más poderosas de la gran familia sioux. Sioux es en realidad el nombre genérico aplicado a numerosas tribus que tienen un origen común y hablan una misma lengua; incluye las siguientes naciones, clasificadas según la lengua: assiniboin, crow, dakota, hidatsa, iowa, kansa, mandan, missouri, omaha, osage, oto, y ponca. A lo largo de sus migraciones yguerras con las tribus vecinas, los dakotas (los aliados) se dividieron en siete ramas, constituyendo lo que llamamos Siete Fuegos del Consejo (Otchenti Chakowin): los ogalala, minneconjou, ochenopa (Dos Marmitas), unopapa, brûlé, blackfeet-sioux, y los sans arc. Según la antigua historia que conocí a través de Alce Negro, y según los documentos de los primeros viajeros y misioneros, en el siglo XVI los dakotas estaban establecidosen las fuentes del Missippi, y en el XVII fueron expulsados de Minnesota hacia el oeste por sus poderosos enemigos, los chippewas. Al abandonar los bosques y los ríos, los dakotas sustituyeron la piragua por el caballo con notable facilidad, y en el siglo XIX eran conocidos y temidos como una de las naciones más poderosas de las llanuras; en efecto, estos sioux dakotas fueron quizá los que, de todas las tribus indias, ofrecieron unamayor resistencia a la expansión de los blancos hacia el oeste. Este libro contiene múltiples datos que los indios, hasta estos últimos tiempos, se habían abstenido de divulgar porque estimaban, y con razón, que estas cosas son demasiado sagradas para ser comunicadas a cualquiera; en nuestros días, los pocos viejos s abios que viven aún entre ellos dicen que, al aproximarse el fin de un ciclo, cuando en todas partes los hombres se han vuelto ineptos para comprender y, sobre todo, para poner en práctica las verdades que les fueron reveladas en el origen —lo que tiene por consecuencia eldesorden y el caos en todos los terrenos—, está entonces permitido, y es incluso deseable, sacar este conocimiento a la luz del día; pues la verdad se defiende por su propia naturaleza contra la profanación, y es posible que llegue así a aquellos que están cualificados para penetrarla profundamente y son capaces, gracias a ella, de consolidar el puente que debe construirse para salir de esta edad oscura.

Esta historia de la Pipa sagrada de los sioux fue transmitida oralmente por el precedente «guardián del Calumet», Hehaka Pa (Elk Head: Cabeza de Alce), a tres hombres: de los tres, Hehaka Sapa (Alce Negro) era el único que aún quedaba en vida en la época en que estuvimos con los sioux. Cuando Elk Head confió esta historia sagrada de los sioux a Alce Negro, le dijo que debía ser «transmitida de generación en generación, pues,mientras sea conocida y el Calumet esté en uso, nuestro pueblo vivirá; pero, a partir del momento en que se olvide, nuestro pueblo ya no tendrá un centro y perecerá». Ésta es la razón por la que hacemos votos para que este libro ayude en cierta medida, por débil que sea, a preservar este centro de una noble nación, muchos de cuyos miembros, aún hoy y a pesar de una presión terrible, están resueltos a salvaguardar estos ritos antiguos que les fueron revelados al principio por el Gran Espíritu.
Generalmente se conoce como sioux a la tribu de los "Dakota", que significa "el amigo". Fueron una de las grandes tribus habitantes de las praderas, entre el río Mississippi y las Rocky Mountains.La gran familia sioux comprende a los assiniboin, dakota, hidatsa, omaha, mandan, osage y winnebago. Estas siete tribus se dividen generalmente en los santees (sedentarios y agrícolas), los nakota y los teton (guerreros y cazadores de búfalos). También se clasifican por sus dialectos, en nakota, lakota y dakota.

1 comentario:

Anónimo dijo...

SI SEÑOR SIGUES SIENDO EL MEJOR PONIENDO ENTRADAS.
VAYAN TOMANDO NOTAS SEÑORES DE LO QUE ES UNA BUENA ENTRADA....